Fundado el 13 de junio de 1971.Valera Estado Trujillo. Venezuela. Administrador del blog: Prof. Fernando Briceño
DIRECTORES QUE HAN PASADO POR EL LICEO
1. Primera Directora: Carmen Josefina Pérez (1971- 1984) 13 años.
2. Director: Ildemaro Calderón (1985-1987) El director sale de permiso por licencia sindical, pero es el director titular hasta el año 2006.
3. Directora: Gladys de Manzanares (1988-1987) 4 años Directora Encargada. 4 años.
4. Director: Rafael Perdomo (1993-1998) 5 años
5. Directora: Marisabel de Araujo (2000).(2 meses)
6.- Director: Jorge Segovia. (2001-2003). 3 años.
7. Director: Enrique Sidorovas (Sep 2002 - mayo 2007) 4 años 5 meses.
8. Directora: Yumary Cestary (Mayo 2007 - Septiembre 2007)
9. Director: Gilmer Rubio (Octubre 2007- hoy)
Misión del Liceo Bolivariano Antonio José Pacheco
El Liceo Bolivariano "Antonio José Pacheco" tiene como misión la formación de un individuo comprometido con el proceso de aprendizaje integral y el desarrollo de un ser social capaz de lograr transformaciones en el medio en el cual se desenvuelve que le permita ser consciente de su propia realidad para fortalecer los principios y valores de respeto, solidaridad y corresponsabilidad a través del conocimiento científico, dinámico y vivencial.
martes, 6 de enero de 2009
El Hombre de los pies perdidos de Gabriel Jiménez Emán
Gabriel Jiménez Emán
Un día un par de pies que habían perdido a su dueño entraron a un bar a tomar una cerveza.
-Disculpen, dijo el portero. Aquí no puede entrarse sin zapatos.
-Ah, es verdad. Dijeron los pies y se regresaron a una zapatería. Ahí fueron muy bien atendidos: encontraron unos zapatos que le calzaron de maravilla. Entonces se dirigeron nuevamente al bar, y el´portero se alegró mucho de que los pies estuviesen ahora protegidos y elegantes.
El hombre que había perdido sus pies estaba muy incómodo, pues lo necesitaba para ir a tomar cerveza; era mediodía y hacía un calos terrible.
El hombre se las arregló para llegar hasta un taxi, y pedirlo lo llevara hasta donde quería ir. Al llegar a la puerta del bar, el portero le dijo:
-Disculpe, señor no puede entrar sin pies.
-No puede hacerme esto, dijo el hombre. Es muy difícil encontrar unos pies a esta hora.
-No lo es, respondió el empleado. Hace poco entraron unos aquí.
-¡No me diga! exclamó el hombre que había perdido sus pies.
-Entonces deben ser los míos. Solemos tomar cervezas a esta misma hora. Déjeme entrar.
-No puedo, replicó el portero. Mejor se los llamo. Espere aquí.
El portero se alejó a buscarlos, y el hombre pensó que era una gran suerte haber coincidido en aquel bar. Cuando el portero y los pies regresaron, el hombre no pudieron reconocerlos, pues traían puestos unos extraños zapatos.
-Qué desea, preguntaron los zapatos.
-Quiero saber si esos son mis pies. Respondió el hombre. Los necesito para entrar al bar.
Entonces los zapatos comenzaron a desamarrar sus trenzas.
Al instante los pies estuvieron descubiertos y con gran sorpresa el hombre vio que no eran los suyos. Los pies volvieron a calzar sus zapatos y, muy contentos de no pertenecer a nadie, regresaron al bar.
El hombre aún no ha podido tomarse una cerveza.
Fuente: Santa Palabra. Arte Ideas. Cultura para la gente. Diario Los Andes. Domingo, 14 de enero de 2008. P.14
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